Están afectados el Porma, Isoba, Orza y Yuso aunque su incidencia no es “alta” ni “preocupante”

En las cabeceras de cuatro ríos de la provincia de León –Porma, Yuso, Isoba y Orza– se ha detectado la presencia de focos de la especie Didymosphenia Geminata, más conocida como ‘alga asesina’, ‘moco de roca’ o ‘alga chapapote’. Se trata de una especie especialmente dañina puesto que, en algunas ocasiones, puede llegar a cubrir todo el lecho del río terminando con el alimento de los mosquitos y posteriormente con toda la cadena alimentaria lo que provocaría la desaparición de especies fluviales. Además, la densidad que puede llegar a alcanzar puede provocar que se atasquen acequias y todo tipo de construcciones dedicadas al paso del agua.

Tanto desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), como desde la delegación leonesa de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León insisten en que “se trata de focos esporádicos” que se repiten periódicamente. Son precisamente las condiciones meteorológicas del periodo estival lo que favorece el repunte de los focos del ‘moco de roca’, indican desde ambos organismos oficiales. Además se ha detectado su presencia en las cabeceras de los ríos, lugares donde el agua se encuentra a más bajas temperaturas.

Desde la Junta de Castilla y León destacan que se trata de una “cuestión periódica que se repite todo el año. Actualmente no presenta una incidencia alta”. Si bien, desde las misma institución autonómica resaltan que “no se descarta un repunte”, aunque de momento no se van a tomar más medidas que el control de las aguas y la prevención para evitar la propagación del ‘moco de roca’.

En la misma línea desde la Confederación Hidrográfica del Duero, Noelia Sánchez, técnico del área de Gestión Medioambiental e Hidrología, afirma que los focos detectados en los ríos de la provincia de León “no son preocupantes”. Actualmente se está realizando un seguimiento de la posible proliferación del alga pero no se llega a las magnitudes del año 2009, momento en que la provincia de León vivió infestaciones masivas en los ríos Yuso, Orza, Esla, Porma, Torío y en la confluencia de los ríos Omaña y Luna.

Desde la propia Confederación Hidrográfica del Duero confirman, ahora mismo, la existencia de focos en los ríos Porma y Orza –a la altura de las localidades de Boñar y Burón–. Están, además, a la espera de conocer los resultados de las muestras tomadas en los ríos Omaña y Cea. Además de esta afirmación oficial, las fuentes consultadas por este periódico han confirmado la existencia del ‘alga asesina’ en el río Yuso –afluente del Esla– a la altura de la localidad de Portilla de la Reina y en el río Isoba, en las proximidades de Puebla de Lillo. El ‘moco de roca’ es una especie bastante desconocida. El principal problema que acarrea es que no se conocen métodos eficaces para su control. Hasta el momento, lo único que se puede hacer es evitar su propagación de un río a otro y esperar a que termine el ciclo vital del alga que se estima en uno seis meses.

2009 fue un año especialmente complicado para los ríos de la provincia de León. La propagación del ‘moco de roca’ obligó a la Junta de Castilla y León a tener que prohibir la pesca en algunos tramos fluviales. El principal factor dispersor del ‘moco de roca’ es la actividad del hombre. Se reclama por ello, extremar las medidas de precaución para evitar la propagación del alga.

Desde el punto de vista de la potabilidad del agua afectada por el alga no se han detectado efectos negativos, sin prejuicio de lo que pueda dictaminar la autoridad sanitaria si llegara el caso.